lunes, 13 de mayo de 2013

Mientras cae la lluvia


A veces es necesario salir de mi. La vida ahoga demasiado.


El problema radica en no tener clara la estrategia de resolución de conflictos, internos.
O en no saber gestionar el miedo que tengo a compartirme.
El dilema. El gran dilema de cómo vivirme, de cómo sobrevivir en mí.
No es que no sea capaz de socializarme, de convivir, de dialogar, de disfrutar de la compañía.
Mi eterno problema siempre será cómo lidiar conmigo, la batalla sobre cómo emerger.

El miedo infinito, ese que no cesa y que acompaña mi latir. El enemigo debiera ser él, y no yo.
Pero es el pánico a la fuga, mi fuga. Como siempre sucede.
Y al final me veo sola y bajo esta lluvia interna.

Aquí dentro, las cosas funcionan de un modo un poco diferente. 
Y aún hay matices que no he logrado aprehender.

Los cambios físicos son enormemente reveladores cuando existe una necesidad interna de cambio.
Es un modo de autoconvencerme de un nuevo comienzo.
Como la necesidad de rasgar mi exterior cuando mi interior se rompe en pedazos.
Es mi gran incapacidad, la de exteriorizarme a través de la palabra hablada.

Dispuesta estoy, que me valgo y me basto. Será posible, lo haré posible.

Que me queda el mundo...

Soy lo que como...

 "Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento"
Respiro profundo... estoy aquí, más emocional y mental... pero al final sigo aquí.
Hace unas semanas viví una experiencia maravillosa, la alimentación pránica. Y aun puedo recordar ese estado vibracional en el que me encontraba, llena de paz, de amor y reconocimiento. Y no es un estado imaginario o algo a lo que no podamos acceder, o algo que sea e¿exclusivo de unos... no, es lo que cada uno de nosotros es... SOMOS VIDA, SOMOS CREACIÓN.
El Universo es Armonía, nosotros somos ese Universo. Así que si estamos hechos de armonía, amor, luz, eternidad... ¿por qué nos apegamos tanto al dolor? bueno, he encontrado una razón: la alimentación-mental. ¿Y qué es esto? alguna vez has notado que cuando estás triste, enojado, aburrido, ansioso, tenso, agresivo, o cualquier otra emoción que surja en lugar de abordarla, de dejarla salir, de sentirla lo primero que hacemos es comer... o cualquier otra cosa pero la evadimos. Por ejemplo: si estoy triste porque mi novio me dejo, porque discutí con mi mejor amiga, porque "mi mamá no me entiende" lo primero que hacemos es ir a comer un dulce, un chocolate, un helado, etc. Si estoy triste, decepcionado, enojado, angustiado nos es fácil comer un pan, tomar unas cervezas, salir de fiesta con los amigos (que incluye comida y bebida) en fin... hacemos de todo menos afrontar esa emoción que esta ahí PRESENTE.
Y el punto es así, estuve una semana en alimentación pránica, donde deje los alimentos y el agua, no ingería otra cosa más que prana (Luz Divina) hacia 3 meditaciones al día activando los chakras  para alimentarme de esta maravillosa luz a través de ellos. Y llegué a un estado en el que la mente no se "sentía" separada, donde dejé la ilusión a un lado y me vivía UNA... en mi, en Dios. Los pensamientos que llegaban a mi mente no los podía sostener por esa mente burda o mente-ego, llegué a ver el enojo, la ira, el abandono pero no me identifique. Y fue en esos momentos cuando me sentí plena, cuando no me sentía dividida, cuando experimenté realmente la totalidad.
Y hoy me encuentro aquí, escribiendo para sanar... salí de la alimentación pránica hace ya un par de semanas, no pude volver a los crudos al 100% pero eso no es un error o una culpa, la conciencia de mi alimentación vegana o raw la tengo clara, lo que aún no tengo claro es en que momento me permito ser más emoción, desbordarme y crear esa ilusión... de qué no soy plena, de que no soy feliz, de mi falta de reconocimiento. 
Estoy tambaleando y creo que eso es bueno, permitirme sentir está bien... quiero encontrar la raíz de esta falta de Amor... 
Definitivamente creo que la transformación comienza por nuestro cuerpo, ser conscientes de lo que comemos y como lo hacemos... lo hacemos para nutrirnos o lo hacemos porque queremos esconder una emoción. 
Mi propósito es firme, mi intención en lo que soy... Amor!