sábado, 20 de febrero de 2010

Era increíble la ausencia. Extraña, con esa presencia ke sientes pero ke no está... Era indescriptible, la soledad ke me rodeaba. Me kería ir, me voy, me iba...

Por si fuera poco, no he tenido ganas de seguir con esta lucha, con esta vida. Ya ha sido demasiado y estoy cansada, siento todo el peso de un mundo completo sobre mí, es complicado, demasiado complejo.
Me llenaba de una sensación rara, inhumana, probablemente, y seguro ke todo lo ke nace en mi llega y termina siendo inhumano. Kería un abrazo. Un consuelo. Kería sentirme bien, necesito fuerzas, necesito ayuda, y aunke no kiera, kiero igual. Me pregunto si las cosas las estoy haciendo bien, o si estoy errando nuevamente, me cuesta averiguar eso, pero supongo ke eso luego sólo depende de mí. Yo puedo hacer algo correcto, o puedo volverlo incorrecto. Y kiero seguir, kiero irme pero kiero seguir. Es todo tan complicado, soy tan única, como leí un día "mi agridulce manera de actuar".
Podría decir ke te necesito akí, ahora, pero no serviría de mucho, cursilerías ke no llevan a nada, porke en este preciso instante sé ke no vendrás, también se ke no vendrás más adelante; imagino ke tienes ke hacer cosas, antes de decidirte a venir, porke hay cosas ke se irán. Y yo, no, no me iré. De verdad que nunca me iré, nunca me iré de ti, ni te dejaré, siempre te acompañaré. Kizás algún día deba irme físicamente, pero jamás te voy a abandonar. En serio, créeme. Pero... tan sólo te pediré algo.


Tú tampoco me abandones, nunca.
Tú tampoco me dejes, jamás.
Tú, pase lo ke pase, te ruego, no te vayas, no te vayas de mi lado.


Te amo...
"Pensé que te había perdido"; no, nunca.

No hay comentarios: