martes, 26 de abril de 2011

purificando karma

Cada ser posee su propio karma individual “lo que siembras cosechas”. Nuestras acciones tienen una consecuencia, lo que decimos, hacemos y pensamos. Hoy en mi enseñanza budista purificamos karma destructivo con la Meditación y recitación del Vajrasatva Solitario. Guen Kelsang Wangchog (monja budista y gran maestra) nos dio una breve introducción sobre el karma, pero hoy tocamos un punto que yo no conocía: practicar la purificación por medio de los “cuatro poderes oponentes”:

1. Arrepentimiento. Primero es reconocer y arrepentirnos de la acción destructiva que hicimos (mentir, robar, matar, odiar, celar, etc.) El arrepentirse no tiene nada que ver con la culpa, no es reprocharte, ni juzgarte y menos sentarte a compadecerte. Es arrepentirte verdaderamente de tu acción destructiva, el arrepentimiento proviene del corazón.

2. Dependencia. También conocido como Refugio. Cuando actuamos negativamente tenemos que reconocer que no habrá alguna cosa en la que nos refugiemos para “sanar” si no es en la bodichita. Solamente el Dharma nos va a liberar del sufrimiento. Así que es un perdón compasivo hacia Buda y otros seres, y ser bondadosos con todos. Convertirnos en buda, expandir nuestro corazón.

3. Remedio. En este caso fue la recitación del Vajrasatva Solitario 100 sílabas que Wangchog recito 100 veces seguidas. En las que visualizamos a Vajsaratva arriba de nuestra cabeza (coronilla) e imaginarnos como al ir diciendo estás silabas se iba encendiendo el loto en el que él se sienta y como derrama su “antídoto” blanco y puro para sanar nuestro karma negativo. El remedio también puede ser leer las enseñanzas de Buda, asistir a retiros, practicar el tantra, recitar otros mantras, etc.

4. Promesa. Consiste en la determinación de no volver a realizar acciones destructivas. Puedes prometer hacerla durante unos minutos al día por ejemplo, hoy no voy a mentir durante 2 horas y obviamente cumplirla. Y así sucesivamente hasta llegar a un día entero de no mentiras. Puedes prometer por días, horas, minutos, meses, años o toda tu vida. Si llega un momento en que somos capaces de mantener una conducta física, verbal y mental inmaculada y sin interrupción, habremos alcanzado la tierra pura. Con un cuerpo y una mente puros no hay bases para padecer sufrimientos; en vez de ello, disfrutaremos sólo de una incesante felicidad interior.

Hoy pude sanar y liberarme de una gran karma negativo, y con fe y práctica puedes liberarte del karma no virtuoso de todas tus vidas, y sobre todo vivir una mente bodichita en la que generes más amor, seas un Buda e ilumines tu vida y la de los demás. ¡Gratitud!

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