Hace tiempo que sentía “algo” que no me dejaba aventarme al vacío, no era ninguna emoción, era algo mucho más grande. Y de pronto todo se ha vuelto un aprendizaje y es que reconocer que el camino de la Iluminación es una enseñanza constante… es algo que simplemente nos hace. Ni más grandes ni más pequeños. Simplemente Ser (Seres).
Wesak me transformó a lo grande, días atrás manifestaba toda esa inquietud, no como incomodidad, algo punzante que está ahí más latente que nunca (reconocimiento de conciencia absoluta). Y entonces el mensaje llegó claro, ese esquema mental con el que me sentía familiarizada venía aun arraigado al ego, al sentimiento de pertenecer… yo no pertenezco, Yo Soy.
Me reconozco una con la Madre Tierra, una con el Cielo, una con el Universo y una con el Todo… sin más dejé de “identificarme” con eso que en lugar de hacerme fluir me detenía. Yo no necesito nada, puedo irme hoy de aquí sin nada porque nada de esto es mío. Tengo un llamado, y lo sé desde hace muchos años, y aunque me negué a seguirlo, consciente estoy en este momento que “ya no lo sigo” yo soy ese llamado, mi ser despertó y continúo por el camino.
Mi vida no sucede porque sí, mi vida sucede porque yo la voy creando… y si yo tengo la capacidad de crearla ¿por qué la construyo con sufrimiento, con dependencias, con miedo… con ego? La energía que se abrió en la luna pasada no sólo amplio mi florecimiento de conciencia, mis guías espirituales me recordaron mi verdadero origen, quien soy y a donde voy. Y sin más, es momento de Crear…
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