Sin ganas de interferir en el continuo fluir de los acontecimientos. Sin pensar en nada, sin intentar nada, sin esperar que las cosas sean de una manera determinada. Me suelto, me abandono y gozo. Es dejar que todo llegue y que todo pase, es vaciarse para despues llenarse, y aun así no apegarse, pues continúa el ciclo. Es dejarse vivir, es la vida viviéndose a sí misma... Es el Yo sin el Yo.
1 comentario:
Buen hallazgo de blog, te sigo, y lindo el mensaje codificado. Lo de "dejarse vivir", el yo sin el yo, magnífico.
Te invito a visitarme en noneurosis.blogspot.com
Saludod!
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