
Miedo a perder la identidad es una idea que sobrevuela la mente de aquellos que se esfuerzan en tratar de “neutralizar al ego o destruirlo o diluirlo”. “Si pierdo mi identidad yo, cómo voy a poder seguir “viviendo”… relacionándome con los demás… me convertiré en una algo sin nada…. La realidad es que, este tratar de mantener la identidad “yo”, exige un sobreesfuerzo para así poder mantener un incoherente sistema de pensamiento sumido en un mar de contradicciones. Así, el poder realizar aquello que eres, puede verse más una amenaza, que una liberación, incluso una utopía espiritual. Cuando la realidad es que, lo utópico, es tratar de mantener la mentira a fuerza de creer en ella. Así es la identidad “yo” o ego, una mentira mantenida a fuerza de insistir en ella como verdad.
Pero si miramos en profundidad veremos que “yo” es una aglutinación de imágenes conceptuales, sobre lo que yo creo de mí. Todo este contenido, hace que esta identidad asumida, aparezca como “algo”, y si esta sensación “algo” desaparece, aparecerá la sensación de vacío. Es este contraste entre vacio y no vacio, entre algo o nada, que proyectas como concepto, es lo que da aparente realidad a la identidad “yo”. Si estas imágenes desaparecieran, la idea de vacío, el miedo a perder la identidad, no existiría, por lo tanto, no existe tal cosa como “el vacío”. Así mismo, se relaciona esta conceptualización de vacío, como negación de nada, con Vacuidad, como si fuera un lugar donde uno se sitúa para subjetivarse o objetivarse en la forma o en la no-forma, en el “yo” o el “no-yo” . La Vacuidad no puede responder a ningún significado puesto que el ego carece de todo significado, y así se reconoce. La Vacuidad, es la Visión de aquello que ES, sin la distorsión producida por el ego. Una Presenciación desde Si Misma, para Sí Misma y por Sí Misma.
-extraido de pradotranquilo.
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